¿Quién le dijo a quién: Hagamos al hombre a nuestra imagen?

Uno de los textos más comunes utilizados para defender la doctrina de la Trinidad es Génesis 1:26 y 11:27. El primer texto dice “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre las bestias, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.” Cuando Dios utiliza el término HAGAMOS, ¿acaso no está este texto intrínsecamente diciendo que había más de un ser creando los cielos y la tierra? Sería ilógico que yo esté haciendo algo solo y que utilice el término “hagamos”.

¿Estaba Jehová enseñándonos que el verdadero Dios está conformado por un grupo de tres seres divinos? Analicemos lo que las Escrituras y el Espíritu de Profecía nos enseñan acerca del verdadero Dios. Para iniciar debemos aceptar que el término “hagamos” definitivamente se refiere a más de un ser; bien pueden ser dos, tres, cuatro, o más. Es obvio que en la creación había alguien más que simplemente el Padre. La pregunta es, ¿quién más estaba con el Padre? Efesios 3:9 nos dice que “Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo.” Además Hebreos 1:2 nos enseña que “en estos postreros días [el Padre] nos ha hablado por [su] Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien asimismo hizo el universo.”

Por los textos anteriores podemos ver que el Padre no estaba sólo en la creación; su Hijo estaba con Él. Proverbios 30:8 nos dice además: “¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál [es] su nombre, y el nombre de su Hijo, si lo sabes?” El trabajo de la creación se atribuye solamente a dos seres: El Padre y su Hijo. Fue el Padre, fuente de todo lo que existe, que dijo a su Hijo “hagamos al hombre a nuestra imagen”. No había ningún otro ser presente en aquel momento.

El Espíritu de Profecía nos dice en la Historia de la Redención, p.20: Después de crear la tierra y los animales que la habitaban, el Padre y el Hijo llevaron adelante su propósito, ya concebido antes de la caída de Satanás, de crear al hombre a su propia imagen. Habían actuado juntos en ocasión de la creación de la tierra y de todos los seres vivientes que había en ella. Entonces Dios dijo a su Hijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen".

Sin lugar a dudas el texto de Génesis 1:26 no demuestra en ningún momento que Dios es una trinidad. Por el contrario, nos muestra a un único Dios verdadero, que al momento de crear todas las cosas se reúne con su hijo y de dice “hagamos”. ¡Cuán emocionante saber que tú y yo fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios Padre a través de su Hijo Jesucristo! Esto conlleva, sin embargo una gran responsabilidad ya que como Hijos de Dios debemos mostrar siempre en nuestra conducta esa imagen perfecta de Jesucristo. Que Jehová, quien es el único Dios verdadero, y su Hijo Jesucristo te bendigan abundantemente. ¡Amén!